Todos éstos videos de una foto por día (como el caso de Jeff Harris o el del peruano Cesar Kuriyama) tienen una base que varios de sus autores subrayan: El proyecto les sirvió para despertarse un poco más a la vida que se vive alrededor suyo.
Les sirvió como motivación para que ni un sólo día les gane la fiaca, el frío, el cansancio, o la rutina. De esa manera sí o sí, no por obligación sino por «auto-motivación», «tienen» que salir a buscar la vida, salir a buscar grandes momentos, momentos que merezcan una foto (una foto como gesto simbólico del momento memorable, bah…).
Por ahí con los amaneceres y atardeceres me ponga bastante cursi en ese sentido yo. Me parece una locura que se dé tremendo espectáculo, en todas las partes del planeta, todos los días, en dos horarios diferentes (para los madrugadores y para los que madrugan tarde), y casi ninguno de nosotros aproveche ese increíble despliegue de producción como se debe (sí, pibe, ¡eso es producción en serio, no la presentación de Tinelli! :P).
Y ésta publicidad de Nescafé llamada «Hipnotistas» (en inglés sonaba mejor, ¡pero no quería que me critiquen otra vez por eso, teniendo una versión en español! :P), con la idea/slogan de «Despierta a la vida» me hizo reflexionar un poco sobre eso también: Todas esas cosas que nos perdemos por ir demasiado rápido, por vivir demasiado ausentes, por enfocarnos demasiado en las cosas equivocadas (incluso cuando son las «cosas correctas en las que enfocarse»).
Por ahí la rutina del trabajo o los problemas laborales nos llevaron a olvidarnos de qué se trata la idea de trabajar en realidad (o por qué lo hacemos realmente), o la rutina de la pareja nos hizo olvidarnos del amor, o hasta de recordarnos que la gracia no era tachar el ítem de la pareja de la lista, sino que esa persona que nos acompaña está ahí para acompañarnos durante la vida y mejorarla (¡y viceversa!).
El viaje en colectivo, la espera del dentista, la siesta de la tarde, la hora libre en el colegio, el rato de almuerzo en el trabajo, el Domingo, el entretiempo de un partido, las reuniones de trabajo, los ratos de «hacer tiempo hasta que», también son pedacitos de vida. Y por ahí no los estamos aprovechando. Dijimos ya que la vida no es reembolsable, y que depende de cada uno hacer de cada día un día especial y único.
Cada tanto hago un clic con eso y me descubro a mi mismo perdiendo tiempo en cosas sin sentido o hasta preocupandome (o enojandome) por cosas insignificantes. Cosas que en el momento son murallas chinas y a la larga tengo claro que van a ser puntos invisibles en la línea de tiempo de mi vida.
Me gusta la idea esa de que siempre, todos los días, hay cosas mágicas pasando adelante de nosotros. La vida es esa magia linda de cosas inesperadas, de momentos inolvidables, de sensaciones. Nomás hay que estar lo suficientemente despiertos y atentos para verlas y hasta lo suficientemente dispuestos a crearlas. 🙂
PD al margen: Qué perdidos estamos (y qué lástima que sea así) para que sea realmente necesaria esa aclaración de «Despierta sanamente» al pie del spot…
a veces cosas fantásticas se nos van de la mano por portarnos así, sin mirar en detalle o dar importancia a lo importante. Gracias por compartirlo!
Que mejor que despertarse y agradecer por un nuevo día más de la eternidad.
Y vivir feliz por eso!!! Todo las demás cosas vendrán por añadidura, ya que hay un tiempo para todo como dice en Eclesiastés :D.