Son las 14 hs y estoy comiendo una pizza de pepperoni en Dublín. Sí, pizza. Porque llovizna así como cuando te pega en la cara, es feriado bancario y no hay ni un lugar abierto ni un alma en la calle.
Esta es una ciudad que entró en el paquete de destinos nuevos que elegí en medio de un “recalculando improvisado” hace 3 días. Algunos salieron bien y me encantaron (¡Edimburgo!) y algunos… Dublín.
Pero ya voy a contar más de eso. Hoy el asunto es que como ya recorrí todo lo que me importaba y la tarde está fea, mientras almuerzo me puse tranquilo a pensar en esto:
Estos primeros 6 meses del 2015 fueron los meses en los que más cambié (mejoré) en toda mi vida. No solo a nivel visible, sino más que nada a un nivel más profundo, en la esencia. Cambiar lo que soy, afirmar, mejorar, sacar lo malo, pulir lo bueno, y cambiarlo por algo todavía mejor.
Y al mismo tiempo fueron los meses en los que más consciente fui (y soy) de esos cambios y ajustes mientras fueron y van pasando.
Algunos se daban solos y yo los miraba fijo, y otros los fui (voy) provocando para aprovechar el impulso. Como quien choca el auto un poquito y una vez que está en el mecánico se ceba y lo tunea todo. O quien se quiebra el tabique y “ya que me estás anestesiando para operarme la nariz, de paso poneme tetas”. Seguro a todos nos pasó alguna vez.
Decía: fueron tiempos de tomar decisiones fuertes, de animarme a dar saltos a sueños riesgosos que uno nunca sabe cómo van a salir hasta que no prueba, tiempos de volver el foco al lugar correcto en casi todos los sentidos posibles de la vida, tiempos de avanzar a veces sin un destino fijo, como para volver a conocerme a mi mismo y ahí recién poner horizontes claros a los cuales caminar.
Tiempos de volver a preguntarme cuáles son las cosas de la vida que me producen un calorcito especial en el pecho, volver a descubrirlas, y ver si hay nuevas también. El que me conoce sabe que el de las cosas que nos apasionan para mi es un aspecto clave de la vida. Así que fue un tiempo de cortarla con dejar las pasiones llenarse de polvo en algún estante y volver a sacarles brillo.
Tiempos de sacarle el botón de pausa a un montón de cosas que me hacen quien en realidad soy, quien más disfruto ser, y quien más me gusta cuando me miro al espejo. Porque la rutina, el tiempo, la costumbre, o el achanchamiento a veces nos hacen dejar eso de lado sin darnos cuenta o (peor) creyendo que “es lo mejor para ese momento de la vida”. Y no, nunca es lo mejor.
Sí, siempre va a haber tiempos de lidiar con cosas que no nos encantan, esfuerzos, sacrificios, trabajos, o lo que sea. El error no está ahí. El error que yo veo es, mientras hacemos esas cosas, freezar aquellas otras que nos componen desde nuestra esencia, que nos potencian, que nos hacen brillar.
Por eso es que, después de haberme puesto un poco en pausa, estos meses fueron tiempos de volver a andar. De volver a ponerle play y dejar que corran todas esas cosas libres otra vez. De volver a preocuparme por lo que yo quiero, cómo lo quiero, cuándo lo quiero, y no siempre en lo que los demás están esperando o suponiendo que debería pasar.
Porque muchas veces los demás están igual o más perdidos que uno en cuanto a lo que quieren. Entonces, antes de dejar que un lazarillo guíe al otro, a veces conviene parar la pelota y enfocar uno mismo la visión.
Fueron tiempos de pensar mucho, de caminar reflexionando sobre la vida y dejando que la mente se vaya sola para donde quiera mientras el sol y el vientito fresco me pegaban suave en la cara.
Tiempos de hablar mucho con Dios también. Creo que “orando” cualquiera puede tener un mano a mano con el creador del juego, el diseñador de los personajes, y el que sabe todos los truquitos. Y no, no me voy a poner a dar sermones extraños porque hasta a mi me aburren (y a veces me generan un poco de rechazo), pero en tiempos de reflexión introspectiva, a mi me fue inevitable charlar muchísimo con Dios mano a mano.
Fueron tiempos de volver a abrir la cabeza a todas las oportunidades disponibles. “Abrir la vida”, entera, a todo. Repensar por qué elijo lo que elijo y si no me estaré perdiendo de algo. Volver a ver todas las opciones sin prejuicios. Probar esa comida que antes “no me gustaba” (¡nunca la probaste!), probar esas experiencias que antes no probaba y no sabía por qué no las probaba. Tiempo de perder algunos miedos también. O de enfrentarlos, más que perderlos.
Y hay una frase de F. Scott Fitzgerald que dice algo así…
Yo la apliqué «en argentino», pensando que si lo que estás viviendo no te encanta, es hora de tener los huevos suficientes para cambiar todo (y poner esos huevos en su lugar). Y digo “los huevos” también para las mujeres, porque se entiende la frase (nadie está hablando literalmente de los testículos, señoras y señores, es una expresión).
Tener el coraje para dar los volantazos que haya que dar. La valentía para hacerle frente a esos miedos que te vienen frenando, mirarlos cara a cara, y no esperar a que se corran del camino para pasar, sino pasarlos por encima. Tener y poner todo lo necesario en juego para, a veces, saltar sin redes, no haciendo estupideces inconscientes, pero sí corriendo riesgos que a veces es necesario correr para avanzar.
Porque cuando estás 100% seguro de TODO para tomar una decisión, o es una decisión muy obvia (por ende no te va a dar mucha ventaja), o ya la estás tomando tarde.
El otro día escuché una frase de Casey Neistat que dice así:
O sea: Si nunca tomás ningún riesgo, si siempre vas a lo seguro, ya sabés donde están los límites de tu terreno. Ya sabés que COMO MUCHO te movés en ese espacio (y generalmente incluso en menos, haciendo que la vida se contraiga).
Cuando corrés riesgos revoleás la estaca lo más lejos que podés. Y ahí a veces va a caer dentro de terreno conocido, a veces te vas a equivocar, pero otras veces va a caer en nuevos terrenos, va a expandir el espacio que tenías hasta ahora, a dar nuevos horizontes. Te va a sorprender. Te va a hacer crecer.
Porque no hay que olvidar que yendo a lo seguro tenés asegurado lo bueno y lo malo de cada resultado: Que va a salir y es casi imposible que falle (lo bueno), y que no va a ir más allá de lo esperado (¡lo malo!).
Entonces: si sos como la gran mayoría de nosotros, es bastante probable que pases tiempos de estar un poco estancado, quedado, desilusionado, nublado, o que no estés completamente enamorado de la vida que estás viviendo.
ES NORMAL, no te sientas culpable. Tampoco leas pensando que quien escribe ya superó todo eso. Pero digo: ya que lo estoy reflexionando, por ahí a vos también te pueda servir pensarlo y tomar medidas para que eso cambie.
Empezá hoy. Replanteate todo, cambiá si es necesario, perdé el miedo, probá, dejá de jugar a lo seguro, aunque sea por un rato. Volvé a empezar de cero si necesitás, no importa la edad que tengas. Dejá de acumular cosas en la pila del arrepentimiento y empezá a vivir un poco más a pleno. En el medio te vas a equivocar, vas a sufrir, y va a costar, pero no tengo dudas de que lo que vas a crecer, avanzar, y ganar va a valer la pena el riesgo.
(dicen que lo dijo Mark Twain)
Bien excelente mensaje Milton !!!! Ya estoy tomando decisiones trascendentales en mi vida para lograr mi independencia y sueños con metas reales y alegres. Un abrazo y excelente artículo de los mejores en este blog que lo sigo hace varios años.
Me explotas la cabeza chabon… Justo orando.. Charlando con El Jefe Jaja me choque con tu publicación y pum.. Respuesta. Tenes una cabeza tremenda.. Te felicito xdnd llegaste.. Ya sea que hoy este nublado.
Flaco, renunciaste para irte de viaje, no es nada del otro mundo, lo hace mucha gente.
Tampoco nos creamos super héroes por hacer cualquier boludez.
Sos tan TODO que me muero. A la distancia me seguís explotando el corazón de orgullo.
Gracias por seguir mostrando que la vida está ahí para que la exprimamos, para que le saquemos todo el jugo que tiene para darnos que, además, es infinito.
Soy tu fan Milton Vieyra. Nunca cambies.
De los mejores escritores del siglo 21! A la espera del libro! Sos crack!
Milton, buenísimo. Me gustó sobre todo porque no dejaste de lado a Dios. Lo que pasa es que soy un poco fan y me gusta que no lo dejen de lado (porque «está en todo»). Seguí disfrutando, y obvio, siempre de la mano de Papá.
Orgulloso de vos amigo! Que Papa te ayude con esos nuevos te quiero loco
Hola!
Hoy descubrí tu blog! Me encantó este post y varios otros que leí 🙂
Te felicito!
Bueno! algunas breves y rápidas conclusiones leyendo el blog: 1) qué bien te hizo dejar la coca-cola!! Una de las cosas más importantes que te sacaste de encima en este tiempo, diría una de las que te adormecía 😛 2) Aguante la charla manoa mano con el creador del juego. Porque vivir es jugar y yo quiero seguir jugando! 3) Aguante ir por los sueños, sin dejar los vínculos de lado. Porque de regreso de un gran viaje aprendí que uno de los mejores viajes es el que hacemos para adentro (tal vez ir a afuera sirva ir hacia adentro)… y como leí por ahí «caminar a solas es posible, pero el buen andariego sabe que el viaje es el de la vida y que requiere compañeros».
Vamos Mili que volvés recargado! Otro gran viaje es el de la lectura y leerte nos llevó por lugares imprescindibles como la reflexión y la inspiración.
Carlos, esa es la actitud! Me alegra mucho en serio si pude colaborar con esos cambios! Cuando quieras contar bien, acá estaremos! 🙂
Lucia, muchísimas gracias! Espero que la explosión no haya hecho mucho enchastre! 😛
«Dale», me creo superhéroe cuando hago milanesas sin prender fuego la cocina, mirá si no me voy a creer superhéroe por irme de viaje! 😛
Agos querida de mi vida! Sos todo a la distancia! Gracias por el cariño! Lo siento como si me lo estuvieras diciendo acá, me hace bien! 🙂
Ivan, con esa manija quiero que seas mi encargado de marketing! 😛 Gracias, loco!
Nacho querido! Jamás! Está más en esto que nunca! 😉
Lauchito querido! Gracias por el amor, viejo! Inmerecidísimo el orgullo, pero lo aceptamos porque es gratis! 😛
«ViajaroMorir» (prometo que entré un poquito a ver si encontraba tu nombre pero no lo vi, perdón!), gracias por pasar, leer, y encima comentar! Ya me guardo tu blog para leer en mis ratitos libres! 🙂
Mag, gracias por el comentario, el ánimo, y el amor! A lo de la Coca-Cola no le digamos «dejar». Va a volver cuando tenga que volver… 😛
Hola Milton! Recién sigo tu blog, buenísimo loco. Agradable saber que ves a Casey Neistat también, a ver si te animás a hacer unos cuantos vlogs de tu viaje. Saludos desde Nicaragua
Hola Axel! Gracias por leer! 🙂
Los videos de Casey me encantan generalmente! Ultimamente no estoy siguiendo su vlog pero me gusta mucho su manera de contar las cosas!
Yo por mi parte siempre le tuve ganas al video, pero por el momento no me da la cara! 😛 Me sale mejor contar las cosas por acá! Voy a ver de darle alguna oportunidad en el futuro cercano igual! 🙂
Abrazo grandísimo!
Hola! Hace muchos años encontre tu blog y me ilumino un monton de momentos. Para hacerla corta por una cosa o por otra te perdi de vista y hoy sin nisiquiera pensarlo volvi a pasar y me encontre con este articulo que cuadra perfecto con lo que estoy sintiendo en este momento de mi vida. Es muy raro sentir «cariño»por alguien que no conoces, pero me seguis iluminando sin nisiquiera conocerme asique me es casi imposible no sntirlo. Gracias por compartirte
Lau, no te das una idea la alegría que me da leer tu comentario! Me encanta que lo que yo pueda vivir y escribir te sirva como a mi, y me encanta más todavía que te hayas tomado el tiempo de decirmelo! Así que muchísimas gracias por eso!
Espero que sea un tiempo de buenas decisiones, de buenos cambios, y que esa valentía que hay que tener para tomarlos, empiece a dar frutos en breve! 😉
Beso grandísimo!
Me enganche con el blog desde que leí un retuit del post «renuncie y…»
El 14/7 sale mi avión hacia el viejo continente también vía Sao Paulo. Es un viaje que estaba planeado antes de conocer tu historia y realmente todo lo que escribis me llega y me hace reflexionar. Ojalá la pase tan bien como vos y me sirva a nivel personal después de un año muy intenso con muchas cosas buenas y algunas malas. También siento que es momento de «parar la pelota y ver para donde dar el próximo pase» .
Pensár en que quiero, que siento, que me pasa, para donde ir y para donde no. En la vorágine del día a día en la ciudad de la furia se hace imposible pensar profundamente.
Seguiré atento al blog, vos segui así 🙂
Me gustó mucho lo que leí y te felicito por esa forma de encarar la vida. Y sabés qué? Voy a seguir esos pasos que vos has dado, porque de todas las personas se aprende y hoy he llegado hasta tu espacio, para eso.Hay un provervio chino o hindú, no me acuerdo, que dice:»Cuando el alumno está preparado aparece el maestro».En éste instante sos ese maestro, gracias! No voy a caer en la chiquita tan rioplatense de decir «Eso no lo hace el que quiere,si no el que puede» o algo por el estilo, porque lo que importa es el empuje, el optimismo, el animar al otro para que se atreva.Y es tal cual lo describís; si uno no se sacude el tedio y los miedos, probablemente llegue al final del camino lamentándose más por lo que dejó de hacer, que por lo que hizo.Que sigas teniendo una buena vida! Saludos desde Montevideo, Uruguay.
Yoel, espero que algún día leas este comentario y me cuentes cómo te fue en ese viaje! 🙂
La Witch, tarde pero seguro: Te quiero dar un abrazo fuerte! 🙂