Saltar al contenido

Vivir viajando, vivir intentando, vivir aventureando

Vivir aventureando

Volví del bendito viaje a Europa. Volví a casa (con mi ducha, mi cama…), a los amigos (con nuestras charlas, cerveza por medio, que van desde Messi vs. Maradona hasta si «vale» o no tener una relación con una prima segunda), a los mates a toda hora, a fútbol, y demás.

Fue un viaje espectacular. Mucho recorrido, muchos lugares y personas conocidos, mucho leído, mucho experimentado, muchas cosas hechas por primera vez, muchas nuevas costumbres, una catarata de nuevas anécdotas, y muchísimas reflexiones. Y ahora está la vuelta.

AMO a Buenos Aires, así que en ningún momento fue un problema para mi volver a mi ciudad. Nomás que no me encanta la idea de no seguir viajandoAsí que lo que decidí es no dejar de viajar.

Vivir para trabajar

Incluso el tiempo que pase en Buenos Aires, lo quiero pasar con esa misma curiosidad, con ese mismo cohete en el traste que me hace no quedarme tirado en la cama, salir, recorrer, conocer, comer en lugares nuevos, descubrir parques, vistas, costaneras, personas locas, de todo.

Quiero vivir viajando acá en mi ciudad, y vivir viajando a cada lugar que tenga a mano. Vivir viajando literalmente y vivir viajando entre libros, aprendizajes, «carreras», reflexiones, personas, cursos, lo que sea. Que todo quede impregnado con esa curiosidad que me hace mover, que me activa a seguir buscando, a no conformarme, no quedarme quieto, no dejar de aventurear.

Eso quiero: que en ningún momento la vida deje de ser una aventura. Ya sea que tengo la suerte de poder irme de viaje a un lugar espectacular, o que me quedo en casa. Quiero seguir poniéndome nuevos objetivos, nuevas metas, nuevos sueños, nuevos nortes, y no dejar de moverme en la dirección que yo decida.

Un hombre muy sabio que hace las veces de mi padre me dijo que cada uno es arquitecto de su propia vida. Hay pequeños «golpes de suerte», pero casi siempre uno termina teniendo la vida que fue construyendo y decidiendo durante los años.

Yo no quiero construir una vida «normal», una vida aburrida, o una vida que sufra la semana y festeje sólo que llega el viernes. No quiero una vida atrapada en rutinas que hacen que todos los días sean iguales, en laberintos de cuentas, deudas, pagos, compras de cosas nuevas, tarjetas, y demás asuntos.

No quiero una vida llena de miedos, de «qué hubiera sido si…», de no animarme, de dudar, de quejarme, de posponer todo para el futuro, o de vivir según las expectativas de otros. No quiero, me niego.

Quiero una vida de aventuras. Una vida de sueños. Una vida de probar cosas nuevas. De equivocarme mucho y pisar en falso, seguro. Pero de siempre seguir intentando.

Eso quiero: vivir intentando, vivir viajando, vivir aventureando.

Vivir, bah.

7 comentarios

  1. Martin

    Todo eso para contar que conociste una prima en Europa y largas todo? jajaja. No, ahora en serio, te creo que por lo que te conozco virtualmente, lo vas a hacer. Porque en realidad ya lo estas haciendo y se nota

  2. Antonietta

    Excelente! Como he dicho en otras ocasiones admiro esa voluntad en ti, ojalá este siempre en tu vida.
    Eres tu limite y lo mejor es que no te limitas, impulsate y sin duda vivirás asi, como quieres, aventureando.
    Gracias por compartir!

  3. Yo tampoco quiero construir una vida “normal” 🙂

  4. Felicitaciones Milton 😛

  5. Así es como se vive la vida! ???? ???? ???? ????

  6. Aparecieron signos de interrogación, pero eran emojis de aplausos 😉

  7. Lilith

    ¿Puedo ser tu amiga?
    Fuera de joda, adoro la idea de viajar por el mundo y vivir de eso, espero algún día poder seguir tus pasos.
    Un abrazo!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *