«Sean hacedores, y no tan solamente oidores que se engañan a sí mismos.» (Santiago)

Hacedores vs. HabladoresEstán los habladores y los hacedores. Los que siempre «quieren hacer» algo, tienen planes, sueños, proyectos, ideas para todo. Pero sólo eso. Y están los que, a pesar de tener primero su tiempo para soñar, querer, pensar, planear, idear, proyectar… a la hora de los papeles HACEN.

No lo digo para ponerse a pensar a cuál de tus amigos o conocidos les «cabe el saco» de hablador o de hacedor. Yo pienso en mi, vos pensá en vos. Tampoco es para flagelarse en público a latigazos por ser una u otra, pero ya que estamos acá, es un buen momento para hacer algo de introspección, parar la pelota, y empezar a activar.

En éstos días noté que en algunas cosas estaba en «modo hablador» («estABA», a partir de ayer lo estoy cambiando :P). No es que iba por ahí hablando a los demás de mis proyectos incumplidos, pero me «hablaba» a mi mismo. Me paseaba. Esperaba demasiado un momento ideal (o la compañía ideal, o la situación económica personal ideal), me ponía demasiados peros, pateaba demasiado, o hasta la misma acumulación de mil cosas o ideas, hacía que no terminara dedicándole a ninguna el tiempo que se merecía.

En la frase de arriba (de la Biblia), el que la escribe está diciendo «No sean caretas. Si leen ésto pero no lo aplican, si no HACEN, estamos en la misma. Si creen ésto, VIVAN ésto, y punto«. Y sí, si los cristianos vivieran(mos) como Jesús vivió, hicieramos lo que Jesús dijo que hagamos, y amaramos como Jesús amó, en lugar de hacer las huevadas impresentables que muchas veces solemos hacer, el mundo sería MUY distinto.

De la misma manera, si vos realmente HICIERAS todo eso que dijiste, soñaste, pensaste, o ideaste hacer en tu mundo ideal imaginario, tu vida sería MUY diferente. Estarías viviendo tu sueño, en lugar de estar pensando que «vivir tu sueño» es una frase demasiado «de libro ladri de autoayuda» o «de niño rico optimiñoño» (?).

El «versículo» sigue: «Si son oidores pero no hacedores, les va a pasar como a quien se mira en un espejo: tan pronto como se va, se olvida de cómo era«. Y yo lo pienso por el lado de que si sólo estamos imaginando todas esas cosas ideales que nos gustaría hacer y sueños que nos gustaría cumplir, pero no HACIENDO cosas para cumplirlas, estamos viviendo un espejismo.

Le estamos dando un placebo al cerebro, y a nuestro yo más aventurero y soñador, para que crea que en ese ratito de sólo pensar la vida ideal o de sólo ver a otros cumpliendo esa vida ideal, sin hacer nada nosotros, hicimos algo por cumplir esos sueños.

Si soñás algo, hacelo. Si querés, dale. Partí ese objetivo grande en objetivos chiquititos, pensá cuál sería el próximo pasito, y da ese paso. Movete, empezá a cumplir, a caminar en dirección a ese sueño. Lo estás pensando demasiado, deseando demasiado, imaginando demasiado. Empezá a hacerlo realidad, aunque sea de a poco. Sí, a vos te hablo, Milton. ¡Empezá!. 😛