Hace poco leí sobre la idea de empezar tareas que se nos hacen grandes, con pequeñas tareas de un minuto. Sería empezar de a poquito, ahora. Tomarse literalmente 1 minuto, 60 segundos, para empezar a hacer algo o pensar algo que te acerque a los que sean tus objetivos.
Con el tiempo lo podés ir repitiendo 4 o 5 veces por día. 4 o 5 minutos, de 24 horas. O las que te acuerdes, ¡es un minuto!. Más adelante, vas agregando tiempo de a poco. 2, 3, 5, 10 minutos por vez. Te tomas un ratito en cualquier espacio de tiempo libre. En el bondi, en la espera del dentista, antes de dormir, por ahí mientras te bañás, mientras esperas para encontrarte con alguien, o cuando sea.
No tiene que ser un gran salto, basta con empezar, aunque sea con pasos chicos. Pero movete, avanzá, sé constante, hacelo todo el tiempo. Es empezar de a poquito, con poquito, pero ponerse en movimiento. Ganarle a la fiaca, al miedo. Empezar a crear un hábito. Para ser y vivir diferente, tenés que hacer las cosas diferente. No solo las grandes cosas, sino sobre todo las cosas chiquitas, los detalles. Si hacés las cosas chiquitas diferente y con excelencia, las grandes cosas van a cambiar solas.
Ese minuto es un disparador, un comienzo. Un cambio del dar vueltas a la acción. Y estaría bueno acompañarlo con un cambio de actitud. Activá. Dejá los “peros”, los miedos y las dudas de lado, y empezá a moverte diferente, para conseguir cosas diferentes.
Ayer además leía un enfoque paso a paso de la aplicación del Secreto de Productividad de Seinfeld: «Don’t break the chain» (ésta es la explicación original). Están en inglés, pero la idea es:
Marcás tus objetivos y metas diarias para esos objetivos. Cosas chiquitas, que puedas hacer todos los días. Por cada día que cumplís, marcás una X roja en un calendario. A los 5 días, vas a haber formado una especie de cadena (XXXXX). De ahí en más, tu único trabajo es no romper la cadena.
Son ideas simples, variantes. Diferentes vueltas que a cada uno nos pueden pegar de alguna manera distinta, y pueden ayudar mucho a empezar y a mantenerse (que a veces es lo que más cuesta).
No hay que ser lo más grande del mundo para terminar esa carrera, comprar ese auto, conquistar a esa persona (!), hacer ese viaje, conseguir ese ascenso, lograr esa aventura, o cumplir ese sueño medio loco que tenés hace un tiempo. Pero sí o sí hay que empezar. 😀
Me encanta lo motivador que es este blog… Desde todos los aspectos. Se te agradece, pibep!
Es un placer que sirva para eso, señorita! 😉
Umm Pienso lo mismo el inicio y la constancia son lo más difíciles…y sabes que de casualidad estos días la vida me ha llevado por una etapa donde tengo que hacer comienzos y cosas diferentes…me pongo a pensar: ¿lo voy a lograr?..Definitivamente creo que si…voy a empezar por las cosas pequeñas…vos lo dijiste “no hay que ser lo más grande del mundo”….para alcanzar los sueños…anyway gracias por el post, me gusto mucho! =)
Nuevamente un placer! 🙂 Y ánimo con eso que se puede! 😉
Una buena herramienta para ayudar a motivarte a «no romper la cadena» es 21 Habits, que te va haciendo un calendario con pulgares para arriba o abajo según cumpliste o no. Puede sonar tonto, pero a nadie le gusta que le den un pulgar abajo 😛
Es como la cadena de las X, pero con pulgares (que es verdad, ¡tiene más impacto el pulgar abajo que el vacío!), y con el detalle de que el pulgar abajo encima te lo pone «otro»! Terror! Me gustó! 😛