Hace ya un par de meses que estoy analizando seriamente comprarme un longboard (cada compra impulsiva de éstas hace que el sueño del Suzuki Swift se aleje un par de kilómetros en el horizonte… ya es casi como la utopía de Galeano). Uno de esos skates largos que parecen literalmente una tabla de surf con rueditas.

El skate «común» me copa pero nunca le encontré mucho la gracia en primera persona. Me gustó más verlo que hacerlo (por ahí porque no me sale hacer nada extraño, puede ser). Pero del Longboard me enamoré. Y debo decir que el 10% de ese enamoramiento se debe a un par de señoritas que lo dominaban andando en los Bosques de Palermo. Y ya el 90% restante y previo se debe a los videos de éstos muchachos españoles que vi gracias a Vimeo.

Desde el primero, Madrid Longboard (que publiqué en el blog de viajes) hasta éste más nuevito («Winter night longboard«) que encabeza el post, pasando en el medio por las señoritas del video «Longboard Girls Crew«. La industria del longboard les debe bastante, que lo sepan. 😛

Para darse una idea, el que yo quiero es más o menos como el de la foto. El estilo es parecido y lo quiero color madera (aunque está mejor el color que vi). Si alguno sabe algo de la cuestión (más que yo sabe seguro) me dirá con confianza si está bueno, si es una toronja, si me conviene otro, o lo que sea…

Longboard

Mientras tanto sigo con el waveboard… incluso soportando que hace un año y moneditas se haya puesto de moda en «El mundo del juguete» y haya por todos lados nenes de 10 u 11 años haciendo limadas piruetitas. 😛