El año pasado estuvo dando vueltas un curioso video de un flaquito bailando en un festival de música. Primero bailaba sólo y el efecto ridículo en público lograba esa simpatía de «loco lindo» que hizo que termine siendo una fiesta a su alrededor.

Varias lecciones se pueden sacar del tema, algunas de ellas son de liderazgo. Y de esas nos habla Derek Sivers en el video de arriba, que llamó «Leadership lessons from dancing guy«.

Es interesante de Derek Sivers que tiene todo su blog bien traducido al español. Está bueno para leer un rato. La misma traducción de la charla está ahí en perfecto español.

Arriba la charla sobre el video original, abajo la traducción, y abajo de todo la charla de TED (en 3 minutos) que creó a partir de ésto (si te es incómodo subir y bajar para ver la traducción, la charla de abajo tiene los subtítulos en español ya insertados).

Si han aprendido bastante sobre liderazgo y sobre cómo crear un movimiento, entonces observemos cómo se crea un movimiento, de comienzo a fin, en menos de 3 minutos, y analicemos cuidadosamente algunas de las lecciones obtenidas:

Un líder necesita el coraje para pararse solo en frente de una multitud y hacer el ridículo. Pero lo que él hace es tan simple que es casi instructivo. Esa es la clave. ¡Uno debe ser fácil de seguir!.

Ahora llega el primer seguidor con un papel crucial: él demuestra públicamente a los demás cómo seguir al líder. Fíjense cómo el líder lo acepta como a un par, por lo que ya no se trata solamente del líder, ahora son ellos, en plural. Fíjense cómo él llama a sus amigos para que se unan.

¡Se necesita coraje para ser el primer seguidor! Uno se expone a la vista de todos y se enfrenta al ridículo. Ser el primer seguidor es una forma de liderazgo que por lo general se subestima. El primer seguidor transforma a un loco solitario en un líder. Si el líder es la piedra, el primer seguidor es la chispa que inicia el fuego.

La llegada del segundo seguidor representa un momento decisivo: es la prueba de que el primer seguidor lo está haciendo bien. Ahora ya no se trata de un loco solitario, ni de dos locos. Tres son multitud y la multitud es noticia.

Un movimiento debe ser público. Hay que asegurarse de que los demás vean más que sólo al líder. Todos tienen que ver a los seguidores, porque los nuevos seguidores imitan a los seguidores, no al líder.

Ahora aquí llegan 2 más, luego 3 más. Ahora tenemos impulso. ¡Éste es el punto crítico! ¡Ya tenemos un movimiento!.

A medida que más gente se suma, unirse deja de ser riesgoso. Si antes miraban desde afuera, ahora no hay razón para no unirse. Ya no harán el ridículo, no se expondrán en soledad a la vista de los demás y podrán ser parte del grupo interno de la multitud si se apuran. Durante el próximo minuto verán al resto que prefiere ser parte de la multitud antes de pasar el ridículo por no unirse.

Señoras y señores: ¡así es cómo se crea un movimiento!. Repasemos lo que aprendimos:

Si eres una versión del hombre que baila con su torso desnudo, completamente solo, recuerda la importancia de acoger y considerar a tus primeros seguidores como tus pares, poniendo claramente al movimiento en primer lugar y no a ti mismo. Hazte público. ¡Se fácil de seguir!.

Pero, ¿sabes cuál es la lección más importante de todo esto? El liderazgo está sobreestimado.

Sí, todo comenzó con el hombre que baila con su torso desnudo, y él se ganó todo el crédito, pero ya vieron lo que pasó en realidad: Fue el primer seguidor quien transformó a un loco solitario en un líder. No habría movimiento sin el primer seguidor.

Siempre nos dicen que debemos ser líderes, pero eso en realidad no sería efectivo. La mejor manera de crear un movimiento, si realmente les interesa, es seguir a un líder contagiosamente y mostrarle a los demás cómo hacerlo.

Cuando encuentren a un loco solitario haciendo algo grandioso, tengan el coraje de ser la primera persona en seguirlo.

La charla de 3 minutos en TED

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