Estoy enamorado de la vida. Del fútbol, de éstos nenes y nenas. De los que no nacimos para Messi, pero que estamos bien con eso. No es que nos hayamos resignado y aceptemos una realidad amargados, sino que entendimos que no a todos nos toca ser Messi. A algunos nos toca ser equipo.

Y eso no es ni mejor ni peor que ser Messi, es ser otra cosa. Un Messi (con sus capacidades especiales) es parte de ese equipo. Y si sabremos los argentinos (y hasta los barceloneses) que solo con un Messi no se hace nada, que lo importante es el equipo

Si no escribo mucho más que eso es porque cargo con una piel de gallina desde el minuto cero de video. Pero no una piel de gallina con congoja, con drama. Una piel de gallina con una sonrisa en la cara. Con alegría. Con una mueca de locos lindos. Con el corazón calentito, y con un sentimiento de que cuando sea chico quiero ser como ellos. 🙂

El pequeño equipo - L'equip petit