Dale con todo!

Aunque se me abatató un poco la primer frase, creo que es esa la traducción correcta. Es un consejo bastante simple, claramente no es el teorema de pitágoras en cuanto a complejidad. Pero a veces es necesario volver a tenerlo en cuenta.

¡Arrancá!. ¿Decís que cuesta? Seguro. ¿Va a ser un camino seguramente largo y difícil (o hasta «imposible»)? Ni hablar, casi no hay sueños que valgan la pena que no tengan algo de eso. Pero «todo viaje de mil millas empieza con un primer paso», y ese paso en algún momento hay que darlo.

Como de costumbre (porque me sale natural y porque me parece saludable) tengo un par de sueños copados e «imposibles» por delante. Y ya tengo en mente a gente que me los va a querer tirar abajo. Así que me lo digo a mi mismo primero: Va a costar, y encima probablemente alguno que otro nos embarre la cancha, pero ¿cuándo nos detuvo antes eso?. 😉

Más de uno va a estar más pendiente de nosotros que de su propia vida… pero no dejemos que a nosotros nos pase lo mismo. Si el sueño es claro y está en el corazón, los de afuera son de palo. Que se suban los que quieran, y los que no, que cascoteen el carrito las veces que quieran. Va a tambalear un poco al principio, a lo sumo, ¡pero una vez que agarre ritmo no nos para nadie!. 😉