(nota: la boca de arriba no es mía, la encontró Yahoo! -porque Google curiosamente no me anda- en algún lugar del blog de éste muchacho). 

Puede que suene un poco asqueroso el tema, pero todos sabemos a qué situación tan mensual como femenina me refiero cuando hablo de Andrés. Ellas por sufrirla, nosotros por padecerla de rebote, pero  es como la edad, o la muerte: a todos nos llega de alguna manera.

El asunto es que hace mucho estuve hablando con una amiga para entender el por qué de TANTO mal humor todos los meses (mi ingenua pregunta era "¿En un momento no se acostumbran ya?"), y la diferencia de mal humor entre unas y otras (en ciertas amigas puedo descifrar a metros de distancia que están en esa situación, y en otras jamás me di cuenta).

En un momento me tiró eso de que para ella esos días son iguales al dolor de haber recibido hace segundos una patada en las bolas… pero que no se va nunca. Y ahí me cerraron varias cosas. Eso explica por un lado el hecho de que eso de "ponerse en los pantalones del otro" se hace efectivamente real cuando uno los aplica a la vida cotidiana propia. 

Por otro lado, creo que ya expliqué mis asuntos con los dentistas y lo que significa y cuesta ir al dentista para mi y para mis "dientes propensos a las caries" (dentista Vero dixit). Entonces las mañanas previas a ir al dentista (voy tipo 12.30 hs) son de sufrimiento y de reflexión. Como si fuera la mañana previa a una ejecución para el condenado a muerte. Pero salvando las distancias. Porque oiga, a él lo matan y listo, ¡yo al dentista tengo que seguir yendo cada 15 días!

Pero el tema es que descubrí que las horas previas a ir al dentista son mi Andrés quincenal (o semanal, según el caso). Todo me afecta más que lo común, estoy bajo una presión increíble de saber que en 2 horas tengo que ir y sufrir más todavía, y hasta no me importa la vida a futuro. Mi mundo termina a las 12.30 hs.

Y encima una vez que pasa me quedo pensando que no era para tanto y que, por lo menos hasta la semana que viene, ya pasó.

Pero bueno, dejo de escribir y de pensar que me faltan 2 horas nada más. 

"Ustedes no me entienden"… "ponganse en mi lugar"…