Señora, Señor, créalo usted o no lo crea… hoy fui por primera vez a lo de «la doctora Vero» y me cayó re bien la tipa…

Ya de primera entré y me sentó en la silla esa alienígena que tienen los dentistas… hablé un toque, le conté mi situación odontológica (incluído eso de que ningun dentista me cae bien, los odio… alguien que no me conoce, para entender la importancia de este post, tiene que haber leído eso…), le conté de mis malas experiencias (la del viejo que me clavó el torno en la lengua, y un par así) y ahí me sacó una radiografía y se puso a la acción…

Calzó barbijo, me miró y dijo «no vamos a usar anestesia, no creo que sea necesario»… ya de entrada la miré mal… se dio cuenta y se corrigió sola: «vemos… si te parece que te duele, te pongo, no hay problema»… ahi todo bien de nuevo…

No me puso anestecia, me habló de todo… hasta que llegó el momento dorado de mi consulta odontológica… lo más importante, lo siguiente (antes aclarar que la tipa es conocida de mi mamá):

«Sabés que te veía cara conocida de algún lado… te pregunto por las dudas, puede que nada que ver, pero vos me decís… puede ser que, hace uno o dos años ya, te haya visto saliendo de la cancha de river, en un river-racing, con tu papá y tu hermana? te digo porque yo fui con mi esposo, que es fanático de racing… yo soy hincha común, lo acompaño… pero me parece que te ví… tenías un gorro gracioso y estabas empapado… puede ser?»

Desde que dijo «yo soy hincha», no necesitó decir nada más… así que la tipa pinchó, puso, sacó, arregló el diente roto y todos felices… no usó anestesia y no me dolió…

Y desde hoy puedo decir que QUIERO A MI DENTISTAME CAE BIEN!

Aleluya! 🙂