… y ahí dejás el espacio en blanco para llenar con lo que vos quieras. 😛

La publicidad simpática es del nuevo Volkswagen Jetta (¡que no es lo mismo que yeta!), que en 2011 viene renovado y por lo visto re barato para los compañeros yanquis.

Pero al margen de que la publicidad me pareció muy buena, el post es de paso para pedirles que sepan disculpar que el ritmo del blog de éstos días no es el que yo quisiera. Eso es porque, al igual que el muchacho del Jetta, estoy a las corridas juntando plata como puedo para un regalo gigante que le voy a hacer a unos amigos la próxima semana.

Literalmente estoy como el flaquito del Jetta. Rasqueteando hasta entre los almohadones del sillón en busca de pesos, dólares, patacones, o libras esterlinas de donde puedo, para llegar a una cantidad que nunca en mi vida junté (imagino que para ustedes, recolectores en pala del vil metal, es literalmente moneda corriente, para mi es una bestialidad que nunca ni siquiera vi toda junta).

De paso una reflexión que no sé a cuántos les parecerá sensata o les gustará, pero que me vino a la mente en éstos días: No hay mejor manera de perderle el miedo a la plata (o a la falta de la misma), que compartirla toda por una buena causa. 😛

La cuestión es: En exactamente 8 días me voy para la playa (a Santa Teresita vooooy… porque helo allí al regalo) y a la vuelta de eso empezaré a orquestar algunas pequeñas pero simpáticas limaduritas nuevas que quiero para mi vida y para el blog en 2011.

¿Esto quiere decir que hasta ese momento no voy a escribir un sorete, y voy a escapar vilmente y dejarlos sufriendo los primeros días del fin de año sólos? Ni a palos. Me seguirán fumando en pipa a diario, como ya es costumbre, pero yo tampoco estoy del todo conforme con el ritmo que tiene el blog éstos días, y quería compartirlo nomás… 😛

Gracias por la buena onda de siempre, gracias por los comentarios, por los mails, los tweets, los punch (?), y todo. No, en serio, gracias por eso. ¡Ésto sigue sonando a despedida, pero prometo que no es la idea! ¡Nomás se me fue de las manos el clímax del post!.

Nos seguimos leyendo. Guarda con el día que, por lo menos acá en Buenos Aires, está más pesado que un collar de melones colgado sobre el cuello Hurley de Lost, que está parado sobre un portaaviones alemán, que movemos a remo. Y con palillos de batería. Punta de nylon. Y con un nudo en la madera, justo en el medio. Nadie va a entender la gracia. Y yo la sigo estirando.

¡Ah! ¡Feliz cumpleaños a mi señora mamá, de paso! ¡Es el colmo de la estirada, pero prometo que cumple años hoy en serio!. Adriana se llama. Mandenle un saludo el que se acuerde.

Nada, eso. Los quiero. Gracias de nuevo por todo. Me voy a almorzar con mi progenitora.