Todos tenemos en la vida alguna pequeña lista (anotada en algún lado u olvidada en la memoria) de cosas que queremos hacer algún día. Que «nos gustaría», que «tendríamos que hacer», pero que no tienen puesto un tiempo determinado ni una fecha límite en nuestra vida.

Las hay de todos los tamaños, estilos y gustos. Cosas grandes, medianas y chiquitas. Tirarse en paracaídas, ver tal película, aprender a cocinar tal plato, ir a un recital de tal banda, hacer tal viaje o cumplir determinado sueño.

Y están ahí, como pendientes eternos que nunca bajamos a la vida real. Como cosas nuestras de las que en realidad nunca nos adueñamos, porque son nada más deseos de algo que «algún día» te gustaría hacer.

Y hay veces que te cruzás a alguien en la vida que ya cumplió (o está cumpliendo) todos esos pendientes que vos posponés para siempre. Te lo cruzás físicamente (un amigo, un pariente, un conocido, el amigo de un amigo en una fiesta) o por internet (en este caso, casi siempre es un yanqui o un chino, por una cuestión de estadística).

Y sentís un poco de alegría mezclada con envidia de que él sí lo hizo, sí se animó, sí se tomó el tiempo, o (la más tramposa de todas) «él sí lo PUDO hacer». Cuando la verdad es que casi siempre el pobre hombre lo único que hizo fue tomarse en serio sus deseos y pasiones y ponerse manos a la obra.

La propuesta es que a partir de hoy empecemos a mejorarnos la vida eliminando esos pendientes. No borrándolos de la lista resignados, sino poniéndoles un fecha límite y empezando a cumplirlos de a uno.

Que no sean más sueños, que sean planes. Que no sean más cosas de «algún día», sino cosas de hoy, de mañana, de la semana que viene, o de sí o sí, antes de que termine el mes.

HOY anotate en ese curso, hoy empezá esa carrera, hoy salí a correr, hoy andá al gimnasio, hoy aprendé a cocinar ese plato, empezá ese libro, llamá a esa persona, decile de salir a ese/a que te interesa, proponele matrimonio a tu pareja.

Hoy empezá a ahorrar y planear ese viaje, mirá esa película, planeá esa fiesta, arrancá ese proyecto. Averiguá desde dónde salen los paseos en globo en tu ciudad y planeá un día para hacerlo. Preguntá dónde aprender ese idioma y dale una chance. Averiguá en qué playa se puede aprender surf cerca de donde te vas de vacaciones.

Que sea hoy. Y si es imposible que sea hoy, que no pase de hoy el hecho de planearlo, de pensarlo, de ponerle fecha, de dar el primer paso en dirección a la realización de ese pendiente. Basta de los «siempre quise…», «siempre soñé con…».

Que se termine ese tiempo de quedarse con las ganas, y que si fuera a pasar que tu vida acá en la tierra termine mañana, puedas decir que la terminaste vacía de pendientes y llena de experiencias. 🙂

Vacíos de pendientes y llenos de experiencias