#MiPrimeraCarrera

El Domingo pasado a las 8 de la mañana quien les escribe estaba paradito en el corazón de Puerto Madero, en Buenos Aires, vestido de short y remerita, preparado para correr lo que fue mi primera carrera de 10 kilómetros. Fue la Fila Race 2014, su quinta edición, a la que me sumé gracias a la campaña «Mi primera carrera», que nos propuso Fila Argentina tanto a mi como a 3 bloggers más (Axel, Ceci, y Elena).

La idea de Fila, sabiendo que no somos corredores asíduos, fue que contáramos a través de nuestros blogs y redes lo que fue la experiencia de correr por primera vez una carrera que hasta este momento (al menos en mi cabeza) era sólo para profesionales.

Nunca en mi vida había corrido 10 kilómetros de corrido en la calle, ni siquiera en el entrenamiento previo. Así que llegué al lugar de largada con una esperanza muy cauta de llegar aunque sea a los 5K corriendo y el resto alternarlo entre corrida y caminata.

En las semanas previas corrí bastante en cinta (tengo una vieja cinta en casa) por una cuestión de comodidad y tiempos. Ahí aguantaba 10-12 kilómetros sin mayores problemas. El asunto fue cuando salí a la calle: me empezaron a molestar músculos que ni siquiera sabía cómo se llamaban, y una molestia fuerte en la tibia (como si quemara) hizo que nunca pueda pasar de los 5 km de corrida seguidos.

Desde Fila me recomendaron el Fila Center, un espacio creado por la marca para dar consejos de running de parte de entrenadores y corredores profesionales. Y además, yo pedí ayuda en Twitter, tierra minada por corredores de la vieja y nueva escuela:

Ahí fue que volví a comprobar y disfrutar esa cosa linda que permite internet, y tomé varios consejos de gente de todo el mundo que sabía más que yo: Diferentes tips para estirar y elongar previa y posteriormente, qué comer y qué evitar, tanto en la previa como durante y después de la carrera.

Siguiendo al pie de la letra algunos consejos, arranqué el recorrido:

#miprimeracarrera la #FilaRace2014

En total, tardé 1 hora y 4 minutos en hacer los 10 kilómetros sin parar a caminar nunca (unos 6.19 minutos por km). Es un tiempo mejorable, seguro, pero también un tiempo que superó mis expectativas previas por los tiempos y molestias con los que encaré la carrera.

Me sorprendió la calidez de la gente que tiene esa cultura runner. Porque es eso: Una cultura aparte que mueve miles de personas con una disciplina que roza el fanatismo, pega en el palo, y cae del lado sano de la cuestión.

Tanto en la previa en Twitter (con consejos, datos, palabras de aliento, y demás), como en el día de la carrera (que éramos unos 10.000 corredores) todos siempre tuvieron muy buena onda entre sí y con nosotros, que estábamos recién empezando en la cuestión.

Dos cámaras nos siguieron los primeros 5 kilómetros, y el resultado en video fue el siguiente:

Las zapatillas que usé para correr son un nuevo modelo de Fila, llamados «Zest Flocado». Son muy cómodas, muy cools (me las halagaron mucho), y se ven más o menos así:

Fila Zest Flocado

Aprovechando que ya las tengo (y que ya le agarré la vuelta a la elongación, la preparación, y toda la cosa), quiero empezar a correr más seguido. Así que por más que la carrera (y la campaña) ya pasó, sigo recibiendo consejos, ideas, recomendaciones de gadgets, y lo que sea que pueda sumar.

Mientras tanto, mi primer medalla de running ya se puede ver en mi cuenta de Instagram: 😛

Y para el que quiera ver más fotos de la carrera y tener más info a futuro, puede seguir a los diferentes canales de Fila Argentina en Facebook, Twitter, o YouTube.