Lucky you - Pura SuerteHace un rato me vi la última película de Drew Barrymore: Lucky You («Pura Suerte»), que salió a fines del 2007 y que tiene al Poker como tema central.

Decir que tiene al Poker como tema central no jugó muy a favor en mi sistema prejuicioso de analizar películas, y el poster tampoco decía mucho, así que la arranqué no estando del todo convencido de querer verla.

Pero cuando uno va entrando en el clima de poker se va enganchando con la película, y hasta por momentos le parece entender como se juega y todo (lo único que me falta aprender son algunas cosas del «vocabulario»).

A mi que no me llamaba mucho el asunto del poker me atrapó al nivel de querer desenterrar las cartas de poker del lugar de la casa en donde estén, desempolvarlas un poco y ponerme a jugar con alguien.

A pesar de que me gusta Drew Barrymore y la habilidad que tiene para pasar de ser una mina terrible de Hollywood a una piba común que te cruzás yendo a comprar fiambre, tengo que decir que éste no me pareció uno de sus mejores papeles (como a mi gusto si lo fue «Letra y Música», por ejemplo), pero es aceptable.

Y al pibe, Eric Bana (que va a estar en Star Trek), no lo conocía, pero me gustó mucho. Digamos, no tiene aires de galán como supongo que pretenderá cierta parte del público femenino, pero es uno de esos protagonistas masculinos que nos cae bien a los hombres.

Un dato para mi importantísimo de «Pura Suerte» es que los compañeros de juego de los protagonistas son todos jugadores reales de Las Vegas. Algunos «famosos» y otros no, pero todos jugadores verdaderos, y eso se nota en la naturalidad de los gestos, movimientos, «caras de póker», y demás.

La verdad que no me interesa hacer algo muy técnico de la película, sino nomás comentarla desde mi punto de vista. Así que para algo más preciso, acá está el resúmen argumental «oficial» de la película:

Billie Offer (Drew Barrymore) llega a Las Vegas siguiendo sus sueños. Ella busca una nueva vida como cantante y Las Vegas con sus montones de clubes nocturnos y salones llenos de humo, parece el lugar perfecto para empezar. Al conocer a Huck Cheever (Eric Bana), la vida de Billie comienza a cambiar de una manera completamente inesperada.

Huck es un jugador de póker profesional. En la ciudad ya lo conocen como alguien que no se achica ante nada, arriesga todo, y lo hace todo el tiempo. Pero en sus relaciones personales, Huck va a lo seguro, y con arte experto, evita los compromisos emocionales y las chicas que desean tener largas relaciones amorosas.

Ahora Huck se propuso ganar el campeonato de póker más importante de año: la Serie Mundial de Póker. A la vez también quiere ganarse el afecto de Billie. Sin embargo, algo interfiere entre sus planes: su propio padre, L.C. Cheever (Robert Duvall). El hombre es una gran leyenda del póker, y abandonó a la madre de Huck hace ya muchos años.

Al final, es Billie la que debe elegir qué hacer. Para que ella y Huck tengan una oportunidad en el amor, ella tendrá que mostrarle a Huck que para poder ganar en el juego de la vida y en el de póker, él deberá jugar a las cartas de la manera que él vive su vida, y deberá vivir su vida de la manera que él juega al póker.

En resúmen entonces, la película me pareció bastante buena. No te va a romper la cabeza, no vas a descubrir nada nuevo, pero está más que bien para pasar el rato y distraerse un poco. Y de paso aprendés algo de póker.