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Vivir así es morir de mainstream

Me encontré un loquito de YouTube que hace videos en los que simplemente se pone una GoPro en el casco, otra en su bote, sale a remar con su mochilita y baja en lugares locos a acampar.

Todo esto lo hace para (al menos por ahora) 22.000 seguidores nomás. Y yo sé que está mal y no tiene sentido lo que estoy diciendo, pero me gusta que sea para «poca gente». Es un montón 22.000 personas siguiendolo, sí, pero digo: que no sea para millones. Y que ni busque serlo. Siento que eso lo hace más auténtico. El tipo está en la suya, hace eso que le gusta, y el que lo encontró, lo encontró. Y listo. Nada de si te gusta mi canal suscribite, dale like, tocá el corazoncito, prendé la campanita, traé cuatro amigos, y qué se yo.

Sí: está mal, y no tiene sentido. No puede ser que un número (que él no puede controlar y que es lógico que crezca si lo que hace es bueno) haga que su proyecto sea más o menos «auténtico». Es como si la idea diera toda la vuelta y el SÍ tener mucho público la invalidara. Una estupidez, estamos de acuerdo. Aparte, ¿»auténtico» para quién? Ya lo sé, pero lo siento así, no sé.

Me gusta ver cosas y no sentir que son (o persiguen la idea de ser) mainstream. No sentir que están simplemente haciendo estupideces exageradas para causar un impacto y «hacerse famosos». Simplemente al muchacho le gusta salir a remar un rato y acampar. Y sí, quiere que lo vea alguien, compartirlo con alguien. Porque es un ser social y relacional, como todos. Pero no está buscando ser la próxima gran sensación internacional de YouTube. Quiere ser feliz y compartirlo. Genuinamente. Sin actuar, sin exagerar, sin aprovechar ningún «recurso» para «explotar» nada que «el público esté buscando«.

Creo que por ahí va la cosa: me gustan la gente sencilla, las ideas auténticas, los proyectos naturales, las reacciones humanas, los gestos sin tanta pomposidad «para la cámara». Y son cada vez más difíciles encontrarlas, me parece.

Como remate que afirma la idea, acá está el loco llevando a la mamá y al perrito de camping a una islita frente a San Francisco para festejar año nuevo. ¿Cómo no te vas a enamorar un poco de la gente así?

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