Trans World Airlines fue una de las aerolíneas estadounidenses más importantes de la historia, y hoy es parte de American Airlines. En su momento de auge, allá por los años 50 (la época de Mad Men, Pan Am, y toda esa cosa), mandaron a construir una terminal propia para el aeropuerto de Nueva York. El objetivo era que resalte de las demás aerolíneas. Y digamos que… lo lograron.
Para esa tarea contrataron a Eero Saarinen, un arquitecto nacido en Finlandia que hizo varias obras y monumentos importantes del suelo americano (incluyendo algunas embajadas en otros países).
Lo innovador del resultado que presentó Saarinen (en el que fue uno de sus últimos trabajos, porque de hecho murió un año antes de que se inaugurara) no solamente fue el diseño exterior, que realmente resaltaba de todas las demás terminales, sino también algunas ideas de funcionalidad que después terminaron siendo parte del estándar aeronáutico: los mostradores de facturación, las cintas transportadoras de equipaje, o las «mangas» para llegar a los aviones.
Algunos otros datos que me llamaron la atención de la «TWA Terminal» de Nueva York:
- Es la terminal que vio la llegada de los Beatles a Estados Unidos en 1965.
- En 1994 fue declarada monumento histórico.
- En 2002 llegó a la gran pantalla como una de las terminales de la película «Atrápame si puedes».
Pero, como todo, el diseño avanza, la ciudad se mueve, los usos cambian, y la economía hace de las suyas con las empresas. Así fue que la terminal dejó de funcionar en 2002, y en el año 2005 pasó a ser protegida como uno de los lugares históricos del registro nacional estadounidense.
Nos adelantamos 15 años en el tiempo, y ya en Febrero de 2020 se lanzó al público como un hotel de lujo (sí, después de tanto esperar, digamos que cayó justo en una época bien complicada para empezar con un hotel de lujo…).
La idea fue que no pierda el diseño maravilloso que tuvo desde 1962 (el año en que se terminó de construir), y que conserve también la estética interior de aquellos años. Y acá está lo que a todos más nos interesa: las fotos.
Hoy tiene adentro 6 restaurantes, 8 bares, una piscina en la terraza (en realidad: «una infinity pool con vista a la pista de aterrizaje del aeropuerto JFK»), una suite en homenaje al diseñador original de la terminal (que, como todas las habitaciones, tiene ventanas insonorizadas, claro), una sala de lectura con el sello de diseño de Herman Miller, distintas tiendas (algunas que venden «memorabilia» de la aerolínea), un museo de aquella época aeronáutica, y dos nuevas alas enteras para las habitaciones.
Y por si todo eso no fuera suficiente, además en plena pista tienen un bar de tragos, construído adentro de un avión. Se trata del modelo «Connie», el que usó TWA para sus primeros vuelos intercontinentales. Hoy está restaurado con piezas originales y preparado para recibir turistas de todo el mundo.
¿Cuánto cuesta una noche en el TWA Hotel?
Dependiendo de la habitación o suite que cada uno elija, claro, pero lo normal (al menos en épocas de coronavirus) sería pagar entre 100 y 200 dólares por noche (hay que considerar siempre que se trata de un hotel de aeropuerto). Cuando el hotel apenas se lanzó, los precios empezaban en los 250 dólares.
Entre las ventajas de estar tan cerca del aeropuerto está el transporte gratuito: para llegar te podés tomar el AirTrain Shuttle (de hecho, incluso si no vas a alojarte en el hotel pero estás de paso y querés pasar recorrerlo, podés hacerlo sin pagar ningún tipo de entrada).
Y por si no te quedaste 100% con las ganas, va un video que hizo la gente de intriper al respecto: