The Walking Dead: Mitos y verdades

Puede que si hoy te digo que TENÉS que ver The Walking Dead, algunos me digan que llegué un poco tarde. Pero éste post no es para ellos. No es para los convencidos que van a decir «¡TE LO DIJE!», sino para aquellos (o aquellas, ¿por qué no?) que todavía siguen dudando si mirar o no una «serie de zombies».

Yo mismo no soy fanático del género zombies. Lo único que vi que me gustó fue Zombieland. Y el humor de la película, su pochoclerismo, y «Wichita» tienen mucho que ver en eso. El resto nunca me interesó. Pero con The Walking Dead estoy atrapado.

Y como siento lástima del que está en la situación que estuve hasta hace un par de meses (momento en el que tampoco me interesaba mucho ésta serie), creo que necesito compartir éste conocimiento que tengo con otros. 😛

Así que he aquí algunos mitos, verdades y comentarios sobre The Walking Dead que hago sin mirar ni leer ninguna otra opinión (no de paladín de la objetividad, sino porque tengo un miedo terrible de encontrarme algún spoiler):

  • The Walking Dead NO ES una serie de zombies. O sí, pero no. Trata más sobre la vida, las decisiones, la sociedad y las personas que sobre zombies. Y todo el asunto de los zombies al par de capítulos se te va haciendo natural. Lleva 2 o 3 capítulos «curarse de espanto».
  • The Walking Dead NO ES una serie de terror. Los inexpertos en el género por ahí tememos eso. Es más asco y suspenso, no hay terror. Y el asco con el tiempo se reduce a algunos segundos por capítulo, no más que eso.
  • The Walking Dead NO ES una serie «para hombres». Y con ésto quiero decir: Así como hay mujeres fanáticas del fútbol y de las películas de terror, hay una gran mayoría que no lo es. Nos amigamos mucho con las primeras y tratamos de arrastrar con fuerza a éstas cosas a las segundas. Porque las amamos. Pero pruebas en carne propia y en amigos demuestran que (contra todo pronóstico) TWD pasa bien el filtro de serie para ver con novia o con amigas, incluso si son impresionables.
  • Es una serie para ver acompañado. Dicho el asunto del «asco que se pasa» y dicho lo de que «está buena para ver con alguna minita», para mi es una serie para ver acompañado. Si ella tiene asco/impresión te abraza. Si él tiene asco/impresión, por ésto de que te tiene ganas, lo vas a ver mantener su mayor postura inmaculada de macho que le has visto en su vida. Win-win. Pero aparte: La compañía minimiza ciertos ascos/miedos, y comentarla mientras pasa es lo más grande que hay.
  • Es de esas series que «te tensan». De esas que por momentos te hacen agarrarte de todos lados, apretar los músculos fuerte, y lanzarle un «¡DALEDALEDALEDALE!» a la pantalla.
  • Aunque esté «de moda», es buena serie. No me sumé sobre la ola a una gran cantidad de series que fueron y son suceso, que todo el mundo mira, y que en cada nuevo capítulo se llenan los caracteres (?) hablando de eso en Twitter. No porque yo sea cool, sino porque ALGO en mi cabeza siente rechazo cuando pasa así. Por eso llego tarde a grandes sucesos como Mad Men, y por algo de eso debe ser que todavía no me logro meter con Breaking Bad, Dexter, o Game of Thrones. Pero dicho eso: TWD tiene la épica de las grandes series. Ese «no se qué» que uno le puede sentir a series como Lost, Prison Break, o cosas por el estilo.
  • Es buen ejercicio preguntarse «¿Qué harías vos si…?». Una pregunta que me agarró por sorpresa en medio de un capítulo bravo de la serie (en el que, prometo que ésto no es un spoiler, había que decidir si matar o no a alguien), y me dejó jugando un rato en mi cerebro con esa idea. Qué haría en la posición de tal o cuál personaje. Incluso aunque una especie de apocalipsis zombie sea poco probable (¡¿NO?!), está bueno analizar cómo se correrían ciertos límites de «humanidad».
  • Es de esas series que después ves en todos lados. Prison Break me provocaba querer meterme ya mismo en la cárcel de Devoto e intentar salir de alguna manera. The Walking Dead me genera salir del cine de trasnoche en un shopping, verlo todo vacío y deshabitado y automáticamente imaginarme un apocalipsis zombie, un sombrero de sheriff y un arma larga para dispararle a la cabeza a ese vendedor de ropa insistente al que tantas veces espanté con un «nonograciasestoymirando«.
  • Tiene a Sara, de Prison Break. Me enamoré tanto de ella en aquella otra serie que fue el motivo principal por el que cedí a ver ésta. Así y todo, estando a principios de la tercer temporada de TWD, la sigo llamando Sara. 😛

Dicho todo ésto, y habiendo hecho un esfuerzo interesante por no adelantar nada, confirmo lo que ya dije: No importa si te gustan o no las series o películas de zombies (y hasta no sé si no es mejor que no te gusten). Tenés que ver The Walking Dead.