Pegadita a la publicidad de Movistar que contaba las complicaciones de trabajar en un ciber, salió ésta otra que me la perdí. Y tiene la copada idea de darle a un grupo de pibes la titánica tarea de organizar un cumpleaños, sin usar sus celulares, en el 2011.

Y debo decir que me vuelve a pegar de cerca. No porque esté muy pendiente de mi celular para vivir (contra lo que alguno imaginará, no lo hago), sino porque justamente hace ya unas 3 semanas que decidí actualizar el iPhone (leyendo e ignorando a sabiendas las instrucciones que decían que los que tenemos mi desbloqueo no lo hagamos) y bloquearlo. Así que tengo un iPhone sin línea. 😛

Y al no llevarlo para todos lados (para qué llevarlo, si no me celuléa), no tengo los teléfonos de nadie, no me entero nunca de «retrasos sobre la hora» de gente con la que me reúno, me pierdo invitaciones, saludos, felicitaciones, propuestas de trabajo (todo ésto comprobado, eh), y vaya a saber cuántas cosas más de las que ni me entero.

Y me como varias puteadas de gente que «me estuvo llamando toda la tarde» (de paso: si vos me querés un poco, sabé que odio hablar por teléfono con mi vida… si es imposible hablarlo por cualquier otro medio -muy difícil que pase- recién ahí llamame… sino evitalo… sí, a vos te hablo… sí…).

Ojo, no todas son malas: también ignoro con alegría los 500 SMS de publicidad que manda Movistar por día, me ahorro varias interrupciones al momento de escribir, me salvo de varios pedidos de garrón, y demás. Y como plus, se siente una libertad extraña a la hora de salir a pasear tranquilo.

  • Al margen: Para organizar salidas y actividades, Facebook ya es el centro de mi vida y la de mi entorno, quiera uno o no.
  • Al margen 2: La publicidad la vi ayer en el cine. Pase Libre no está mal. Muy bien tampoco, eh, pero mal no me pareció.
  • Al margen 3 y remato con éstoLuis Luque en «El gato que desaparece» es como la versión oldie de Zach Galifianakis (el gordito de The Hangover).