Como si fuera una publicidad de Sprite (de esas de «las cosas como son«, que exponen verdades complicadas), el «cartel» éste que veo en Sucede.es define bastante bien mi sentimiento con todo el revuelo de Susan Boyle.

Para el que todavía no sabe de qué hablo cuando digo «Susan Boyle«, puede ver en YouTube el que por éstos días es «el video del momento». Y de paso puede ver otro caso bastante similar, que era el que habíamos visto (que también fue el video del momento hace no mucho) del hombre que pasó a ser «el gordito que vendía celulares» (su nombre era Paul Potts). El video es éste.

Mi declaración en su momento (porque sí, me cito a mi mismo) en twitter fue la siguiente:

«Lo único q muestra el video del ama de casa es q ni con el video del vendedor de celulares aprendimos a mirar sin prejuicios!»

Y el cartel éste que digo (que se va larguísimo para abajo), muestra las cosas claritas:

El curioso caso de Susan Boyle

El punto es: todo bien con Susan Boyle, y sí, todos nos emocionamos.

¡Pero aguante el vendedor de celulares!