Racing en el obelisco

Estoy con bronca. Hace ya casi 4 horas me fui de la marcha que la hinchada de Racing hizo primero frente al Congreso y después frente a la AFA, para presentar un petitorio y que se vaya la empresa que gerencia (y roba, y vacía) al club.

Ahora cuento la historia más completa para el que le interese (es un post gigante). Pero resumiendo:

Fui al centro con la bronca a Blanquiceleste y toda esa porquería, y volví del centro con esa bronca y además con una bronca peor contra la policía inútil, provocadora y represiva que ya me había olvidado que teníamos.

Aclaro que es algo general. No sólo me molesta a nivel Racing, sino a nivel marchas y reclamos en general.

Ahora, me descargo…

Desde las 15 y hasta las las 21 horas, la marcha estuvo en paz, sin problemas, la gente cantando, sin provocar NINGÚN tipo de disturbios, pacífica. Desde las 18 que llegué yo al Congreso, la policía estuvo molestando, «buscando» la reacción del hincha. Sé que es algo que se suele decir, pero era literalmente así.

Por empezar, llegué al Congreso y había un clima pacífico, pero del lado de enfrente, una fila de «no llegué a contar cuantos» policías, con patrulleros, combis, motos, y hasta un camión hidrante (?). Si no me decías de qué era la manifestación, te decía que nos estabamos preparando para invadir Irak con Bush.

En vez de pedirtelo (aunque sea de mala manera), éstos tipos te pegaban «cortitos» a la panza para que te corras 30 mugrosos centímetros para atras. Si me lo pedís bien (que debiera ser la primer manera), aunque sea inútil, me voy a correr tranquilo. Pero no, los policías empujaban, pegaban por abajo (un poco más arriba de la cintura, una vez es molesto, varias veces es insoportable), te puteaban en la cara, y demás.

Hasta las (aproximadamente) 21 horas, lo único fuerte y «masivo» que lograron hacer fue tirarse contra la gente mientras caminaba del Congreso a la AFA. No pudieron más porque no hubo ninguna reacción a la «hinchapelotéz» constante de parte de los inadaptados de azul.

Racing en la AFA

Una vez en la AFA había vallas adelante, camión hidrante y patrulleros a la derecha y atras, y un patrullero y un camión de bomberos a la izquierda, todos bloqueando la calle. Osea: cualquier tipo de vía de salida de la gente para evitar problemas estaba bloqueada. Algo bastante similar a una emboscada.

Tipo 21 hs. se armó un descontrol que duró unos 10 minutos y que según mi criterio (buscando ser totalmente objetivo) no fue empezado por los hinchas, como dicen algunos medios. Esa parte la puede ver cualquier en la tele (ya que es casi lo único que sale).

Estoy en desacuerdo con cualquier tipo de violencia, y no sé quien es peor: si el «inadaptado social» que revolea una botella a una  valla de hierro, o el «cumplidor de la ley y el orden» que le tira gas lacrimógeno a un grupo de madres con hijos y le pega repetidas (MUCHAS) veces en la cabeza a un tipo con el palo ese de hierro podrido que tiene.

Si tu pensamiento es «Y bueno, pero ¿qué hace una madre con su hijo en medio de una marcha?», te respondo: Reclama. Tiene su derecho gracias a la Constitución, y no tiene por qué imaginarse que un idiota se va a poner a tirarle cosas sin que ella haga la mínima maldad.

Gases lacrimógenos y 3 o 4 botellazos a las vallas mediante (de parte de los hinchas los botellazos, obviamente, y hay que decirlo), la policía corre la valla (no la tira la hinchada como dicen los diarios) y sale corriendo, escudo «caparazón de tortuga ninja» y palo de hierro en mano, dandole a todo lo que se le cruce por adelante (LITERALMENTE TODO).

Sabiendo en el país en que vivimos y la policía PEDORRA que tenemos, estaba atento desde el principio de la marcha a que pase algo por el estilo, así que apenas vi eso me empecé a correr para atrás. La mayoría de la gente quedó tosiendo un rato (incluyendo tanto inadaptados sociales como nenes, madres y ciudadanos comunes como yo) mientras salía corriendo para el lado que podía. Eso si no te retenían los policías vestidos de civil que se metieron entre la gente en ese momento para meter de nuevo en el descontrol a la gente que intentaba alejarse.

Por un lado sé que estoy aburriendo y por otro quiero escribir y reclamar cada cosa que me indignó de la, repito, policía represora e inútil que tenemos. Y una cosa es pensar eso por como atacan a los cartoneros, y otra (más indignante todavía) es verlo adelante tuyo.

Pero bueno, como broche de cierre, metieron a 30 personas detenidas, hirieron a gente de Racing (a pesar de que algunos diarios/noticieros dicen que el único herido es un policía… yo vi con mis propios ojos algunos heridos) y agarraron algunas banderas, metieron piedras adentro y le sacaron fotos para argumentar que «los simpatizantes llegaron con proyectiles envueltos en las banderas». Y lo peor es que nada de eso me sorprende.

Yo, una persona centrada, con educación, no violenta, sin muchos motivos fuertes para estar con ira, y con la premisa de amar al otro a pesar de que piense diferente, me fui con ganas de revolearle cualquier cosa que tenga a mano a cualquier policía que me cruce en el camino. SOBRE TODO, si me miraba feo por los incidentes. Y más todavía ahora que llego a mi casa y veo al comisario/oficial/o lo que miércole’ sea encargado del operativo diciendo que la gente insultaba, pegaba y revoleaba «una lluvia de proyectiles» al personal policial que los acompaño «pacificamente» desde el Congreso hasta la AFA.

Obviamente que no lo hice porque no tengo esas «maneras» de expresar mi bronca, pero eso me dejó pensando en que hoy los pibes que cayeron detenidos sin ningún motivo real, tienen más bronca acumulada, y una bronca con argumentos reales.

Así se crean «inadaptados sociales». Y la prensa que ahora cubre y defiende a la policía (porque ésto que vi yo también lo vieron varios periodistas de varios medios), es la que después se pone a hablar de que «es una lástima que siga habiendo inadaptados como éstos en el fútbol».

Si no los queremos, no los creemos. Y entendamos que los primeros inadaptados son los que, teniendo que poner orden, se esfuerzan en hincharle las pelotas hasta el punto de ebullición a la gente que está tranquila y ordenada.