Ayer, lunes, yo no me había ido a acostar y ya estaba llegando el diariero para dejar (obviamente) el diario y cobrar no sé bien todavía qué cosa (y yo creo que se está aprovechando un poco eso de que no sepamos qué le pagamos y qué no, pero ese es otro tema).
Cuando lo vi, después de hacer un viaje fugaz por mi memoria buscando encontrar el nombre del tipo (que finalmente no encontré), hice otro viaje más. Esta vez por mi cerebro, y pensando en las noticias que imaginé que iba a tener el diario de hoy (bah, de ayer).
Entonces iba recorriendo:
– «Una tapa de los jugadores tristes por la derrota con Brasil. Seguro… y Cambiasso con la remera esa que le dan a los suplentes y ‘casi-lagrimas’ (ya me estoy acostumbrando mucho a ésta imagen)»
– «Seguro por algún lado va a aparecer la frase ‘La alegría es sólo brasilera’ o ‘tristeza nao tem fin’, que los medios usan tan originalmente SIEMPRE que perdemos con el seleccionado verde-amarelo.»
– «Fija que aparece algo de las gastadas de la prensa brasilera…»
– «Macri reclamando algo de la policía.»
TITO!
El tipo se llamaba Tito!!
Va, le decimos Tito. No sé como se llama, pero es formalmente Tito desde el día que se apareció y dijo «qué hacés pibe? Soy Tito, el diariero. Te dejo, tomá. Está tu vieja por ahí? No la molestés, decile que después paso para cobrarle Julio.»
Y seguí…
– «Miceli diciendo que ella no se robó nada.»
– «Alberto o Anibal (da lo mismo) Fernandez diciendo algo. No sé bien qué, pero algo seguro.»
– «Algo de Belsunce. Algo de Dalmasso.»
– «Algo de la crisis energética. Algo del Indec.»
:/
Sabés qué, Tito? Quedateló… No tendrás algún librito de chistes de gallegos o algo por el estilo?