Estoy sentado en el balcón, comiendo nachos con guacamole, mirando el paisaje de Buenos Aires. El capitalismo, a pesar de ser una institución que me odia, me regaló 2 feriados seguidos después de un fin de semana.
Así que acá estoy: en patas, con un sombrero, pensando en cómo sería mi vida viviendo en el campo, y todo esto después de pasar la mañana haciendo algo de jardinería balconera y googleando “cómo compostar en un monoambiente”.
De fondo tengo un video de “ASMR de asado” porque no encontré a ninguna persona que transmita en vivo cómo prepara un asado para este feriado que pide a gritos que alguien lo haga.
De chiquito me dijeron que soy “nativo digital”, así que automáticamente se me ocurre hacerlo yo, ser yo ese ser hermoso que prende una cámara y transmite en vivo cómo hace un asado común y corriente.
Y pienso en hacerlo todos los domingos. Ni siquiera decir nada a la cámara, simplemente streamear un asado. Con sus soniditos, sus imágenes, el fuego, por ahí sus charlas (sobre la vida, sobre Racing, sobre las vacaciones), y con alguna cancioncita de Drexler de fondo.
Pienso que tendría que lograr monetizarlo de alguna manera, aunque sea mínimamente, porque un asado por fin de semana multiplicado por todo el resto de mi vida no entra en el presupuesto que tengo asignado para hobbies. Pienso que en lugar de pedir “Cafecitos” debería pedir “Provoletitas”. Pero abandono la idea.
Pienso también que si pongo una canción de Drexler, seguro YouTube (o Twitch, o lo que sea que usen los fans de los asados millennials) me baje el audio del video por copyright. Así que la conclusión es la dicha: la base de todos mis problemas es el capitalismo.
También se me ocurre que no sé transmitir en vivo, nunca necesité. Bah, no sé si alguien sí necesitó transmitir en vivo alguna vez. Pero digamos que nunca intenté.
Así que pruebo, como si fuera una señora, prendiendo YouTube en ese mismo instante y alarmando a todos mis amigos que se preguntan si me afanaron el teléfono o si realmente soy yo que me estoy filmando tomar una cerveza, comer nachos y mirar terrazas desde el balcón.
Porque entonces, 2 feriados bastaron para:
- Buscar composteras en MercadoLibre
- Tirarle yerba y cáscaras de huevo a una maceta cualquiera y notar que no, no es por ahí
- Usar un sombrero
- Escuchar Mercedes Sosa pero comiendo nachos con guacamole
- Pensar en streamear asados
- Recordar que no sé streamear
- Intentarlo streamear filmando una cerveza y muchas terrazas
- Pensar en la dictadura retrógrada del “copyright”
- Frustrar por completo mi idea de transmitir asados en vivo
- Y crear un newsletter para tener un espacio donde quejarme (quizás semanalmente) de todo esto
De hecho, hoy es lunes. El segundo feriado recién es mañana.