Anoche en mi plataforma de torrents favorita (!) se estrenó (!!) The Menu, una película nueva con el protagonismo estelar de (me pongo de pie) Anya Taylor-Joy, alias «Gambito de dama», alias «Gina» en Peaky Blinders, alias «La persona de habla regular inglesa que mejor dice ‘dulce de leche’ sobre la faz de la tierra».
Así que, como cualquier ciudadano de a pie, me acerqué a mi cine favorito (!!!) y sin más rodeos, me dispuse a verla. Y como me gustó, me sorprendió, y me dejó con una buena sensación (y como por lo visto últimamente uso este espacio para recomendar cosas que vi y me gustaron), aquí estoy contando y recomendando mi experiencia.

«The Menu» es una película de suspenso, un thriller (¿últimamente todo es thriller o soy yo?). El punto es que si sos cagon/a como quien escribe, vas a leer «Terror» y vas a dudar… no lo hagas, no es de terror de esos que nos asusta. Tiene sus toques de comedia negra sueltos por ahí, y algo de sátira al mundo foodie, estás a salvo viéndola.
Es más: abajo te voy a dejar un trailer, porque ALGO vas a querer chusmear, pero mi recomendación sería que no googlees nada al respecto, incluso que ni lo mires. Entregate a la experiencia por recomendación mía, y venís a putearme si algo falló.
Lo importante es que hay una pareja, hay un chef reconocido, y hay un restaurante super exclusivo en una isla en medio de la nada. Un barquito que te deja en la isla, y repito: una experiencia. Es carísima, pero te das el gustito porque podés. Y un poco porque te dijeron que no hay que gastar en comprar cosas, sino en experiencias, que duran para siempre en la memoria y qué se yo.
Y bueno, esa información debería bastarte. Porque sino vas a empezar a averiguar y te vas a spoilear cosas que está mejor irlas descubriendo sobre la marcha. Así es que el director preparó la película. Como si fuera un chef.
Y hablando del director: no te comas el chamuyo ese de que la película «está basada en una historia real», porque no es cierto.
Lo que sí tiene en común la película con la experiencia real del tipo, es que él sí fue a un restaurante medio «de culto», en una isla en medio de la nada, en Noruega. El restaurante en cuestión se llama Cornelius Sjømatrestaurant (el de la foto de abajo). Y un bote lo dejó en la isla para vivir esa experiencia gastronómica y se fue. Y tuvo que comer durante 5 horas. Pero repito: nada más que eso.

La película, entonces, me gustó. Y lo también subrayable, por último, en medio de este fervor mundialista que todavía dura (y durará probablemente por siempre), es que Anya Taylor-Joy es AR-GEN-TINA, señores. «Actriz y modelo británica, nacida en Estados Unidos» y qué se yo, pero el helado lo pide con Dulce de Leche, toma mate, y manda a la gente a la concha de su madre, como el Diego, como Messi, y como cualquier argentino que se precie.
Un post increíble, y toda la razón, una película increíble!