Alguno que otro conocerá Chatroullete, pero imagino que la mayoría no. Porque no somos muy «geeks» por acá. Pero para resumirlo, es un videochat al azar.

O sea, la parte de chat y video la conocemos ya, y el azar está en el contacto con el que chateás. Vos te metés y el sistema sólo te conecta con alguien alrededor del mundo, conectado con su cámara y su tecladito, y te ponés a hablar.

Te puede tocar desde un vecino hasta un yanqui pervertido de Massachusetts (no tengo nada contra los massachuseños, nomás me gusta el nombre).

Yo nunca en mi vida usé el servicio, y tampoco le había encontrado mucha cosa copada hasta que vi al pianista improvisador de arriba.

Lo vi por medio de un tweet de Matias Laporte (he aquí su cuenta de twitter) y me quedé copadísimo con el chabón. Además de tener mucha onda, le puso humor y diversión al tema, que a mi de otra manera no me atraía mucho.