Consejos para viajar por Europa

Cada tanto me escribe gente que lee el blog, o amigos, o amigos/familiares de amigos, que están planeando un viaje por el viejo continente y tienen algunas preguntas o simplemente están buscando consejos para viajar por Europa.

Así que, por si interesan, acá hay algunas de las respuestas que estuve juntando. Por ahí puedan servir. Si tenés alguna otra pregunta, haceme tranqui que no sé mucho pero me gusta hablar del tema. 😛

Como pasa con todo: cada persona es un mundo. Y cada persona de viaje es otro mundo más. Así que las que estás leyendo acá no son verdades absolutas, sino algunas ideas y consejos para viajar por Europa que nacen de mi experiencia.

Si tenés alguno para agregar, también está buenísimo que lo dejes en los comentarios. 🙂 Hace poco publiqué también una infografía con consejos para viajar de mochilero por Europa (por si esa es más tu onda).

Transportes dentro de Europa: Bus/Micro

Contrario a lo que cuentan los padres/amigos que viajaron hace mucho, el tren ya no es más una ganga increíble para viajar baratísimo por Europa. Antes había muy buenos abonos semanales o mensuales, tramos ilimitados, y cosas por el estilo. Ahora no tanto.

Viajar en tren por Europa es una forma pintoresca de hacerlo, con lindos paisajes, posibles aventuras, romances como en las películas, y todo lo que quieras. Pero lo más barato ya no es más.

Si querés viajar barato, una gran opción es moverse por Europa en bus/micro. En la mayoría de los casos es la opción más barata que encontré. Aunque hay algunas buses mejores que otros (de 15 que tomé, sólo uno me pareció «no tan bueno»), en general yo tuve buenas experiencias. La mayoría eran micros limpios, lindos, con buen espacio, wifi gratuito y tomacorriente para enchufar y cargar tu teléfono, tablet, laptop, o etcétera.

Las empresas que más usé fueron EuroLines, IdBus (que ahora es OuiBus), Mega Bus, National Express y Student Agency. Bah, también tomé Orange Ways para ir de Viena a Budapest, pero no tengo idea cómo hice para que salga todo bien. Una vez que compré, el mail que me llegó fue este:

Consejos para viajar por Europa en bus

Moverse en avión

En mi caso (que no quería gastar muchísima plata en cada tramo) las aerolíneas normales no eran una opción. SALVO que tuvieran algún tipo de promoción. Que sí, las hay. Para encontrarlas hay webs como eDreams o SkyScanner, que buscan entre varias líneas aéreas (las normales y las lowcost).

Tené en cuenta los equipajes que llevás (sobre todo en las lowcost el equipaje es todo un asunto) y si vas a necesitar agregar equipaje extra (algunos te permiten más de una valija y algunos te la cobran… a veces con una valija conviene un vuelo y con dos conviene otro).

Entrar a Londres

Las migraciones de Londres fueron las más complicadas que tuve durante el viaje (y lo mismo con casi toda la gente que conozco). En mi caso había mayor complicación porque llegué a las 3 AM, dormido, barbudo, en un bus que paró en una oficinita y con yerba mate en la mochila. Les costó una locura entender que no me drogaba ni era terrorista.

Así que para entrar a Londres acordate de tener a mano tu pasaporte actualizado y en lo posible (porque facilita bastante las cosas) tener el pasaje de vuelta impreso. Si encima tenés el pasaje de salida de Londres ya comprado e impreso, mucho mejor.

Te preguntan mucho por qué viajás, por cuánto tiempo, cuándo salís, de qué trabajás en tu país de residencia, y demás. Y depende mucho del empleado que te toque, pero a veces es tedioso.

Importante para argentinos: En todos los aeropuertos, con el pasaporte argentino actualizado después de 2012 me hacían pasar por la fila de la Unión Europea, que siempre fue más rápida (porque en 2012 hicieron el electrónico, que tiene chip, otro número y se adapta mejor a las normas de seguridad internacionales).

Alojamiento en Europa

A mi particularmente (porque soy yo, porque no sé) me costaba un poco Airbnb. Pero es lo que la mayoría recomienda, y con GENIALES experiencias:

Como alternativa, yo en Europa estuve más que contento con los hostels de St Christophers Inn. Son muy limpios, lindos, seguros (la puerta es con tarjeta magnética que sólo te permite tomar el ascensor hasta tu piso, entrar sólo en tu piso, y obviamente sólo en tu habitación), con buenos baños y público joven y buena onda (generalmente tienen un bar muy copado en la recepción, a veces con fiestas o escenarios para bandas).

St Christopher’s tiene hostels en París (el de Gare du Nord es el que más me gustó, estaba bueno y ubicado bien cerca de una de las estaciones de metro más importantes), Barcelona, Londres (fui a The Inn, es el que menos me gustó de todo el viaje), Amsterdam, Berlín, Brujas, Copenhague, Praga, y varios lugares más.

En Amsterdam el hostel que usé fue Tourist Inn Budget Hotel. Buen precio, bien ubicado, y barato.

En Praga estuve en el Prague Holiday Aparments, que es un departamento con comodidades de casa (cocina, escritorio, baños increíbles, microondas, servicio de lavandería, etc), muy lindo y barato.

Si querés buscar más variedad, lo mejor me pareció booking, hostelworld y hostelbookers.

¿Qué ciudades no te pueden faltar?

No tengo ni la menor idea porque no te conozco.

Dicho eso, las que yo me recomendaría a mi mismo en mi primer viaje por Europa (si el dinero y el tiempo no fueran problema) serían: Londres, Barcelona, París, Amsterdam y Berlín.

Después, si se puede, agregaría Praga, Edimburgo, Viena, Budapest y Dublín. En ese orden. PERO: No conocí Munich, Liverpool, Estambul, ni nada de Italia, Portugal, Grecia o Bélgica.

Siempre depende también de la experiencia que tuviste. Hay veces que estás 3 días en una ciudad, justo estuvo lluvioso, hubo un feriado, o algo excepcional, y te quedó la mala impresión.

¿Cuántos días conviene estar en cada ciudad?

Una de las grandes ventajas del viaje que hice yo (que fue sin planear, sacando pasaje dos semanas antes y comprando hotel y conexiones internas sobre la marcha) fue que pude ir regulando esto según la ciudad en la que estaba.

Si me despertaba feliz y creyendo que todavía me quedaba muchísimo por ver, me quedaba. Si me despertaba hinchado en las pelotas con la ciudad en la que estaba parado, me compraba un pasaje y me iba. Si alguno que venía viajando me recomendaba una ciudad con ojos desorbitados de alegría, la googleaba y si me convencía seguía por ese lado. Es maravilloso.

Si no podés hacerlo así (o si los nervios no te lo permiten), yo hice un promedio de 3 o 4 días en cada ciudad. En Viena o Budapest estuve 2 días. En París flasheé amor y grupo de amigos y me quedé 12, por ejemplo. En Amsterdam me hubiera quedado a vivir pero quería estar en Berlín para la final de la Champions. Cosas así.

¿No es horrible viajar solo?

No.

Ya lo dije alguna vez: este fue mi primer viaje de más de 4 o 5 días solo, no es que fuera algo que hice toda mi vida. Y acá estuve unos 50 días. Y no me arrepentí ni una vez de estar viajando solo.

Incluso si la sociabilidad no es tu fuerte, terminás hablando con la gente de por ahí y disfrutándolo. Si querés, conocés gente desde el día 1. Si un día te cansaste de las personas: te mantenés al margen y hacés la tuya.

Si estás solo es porque decidiste estar solo.

Hay mucha gente que también está viajando sola, mucha gente que viene recorriendo varios países y tiene historias geniales para contar, muchas historias de vida en general que son una locura y te va a dar ganas de haber escuchado.

Hay muchas cosas a las que te aventurás más fácil estando solo, muchas vergüenzas que te preocupa menos vivir, mucho todo de lo bueno. Y si viajás con gente no siempre se puede experimentar eso. Mi viaje hubiera sido la mitad de lo que fue si no hubiera viajado solo.

Entiendo (y me da un poco de lástima por vos y bronca por el mundo) que viajar sola siendo mujer te de un poco más de miedo. Si sirve el dato: Yo me crucé con varias chicas que habían estado yendo solas por todo el continente durante varios meses y no tuvieron ningún problema diferente a los míos.

¿Si no se mucho inglés me mato o qué hago?

Lo que importa más que los idiomas que sepas es las ganas que tengas de darte a entender. Con gestos, con una sonrisa en la cara, con buena onda, llevando el mapita, señalando en dirección a lo que querés preguntar, etc. Casi siempre funciona.

Para cuando no: En casi todos lados safás con un nivel mínimo de inglés (como para poder preguntar lo que necesites de hotel o calles y para entender aunque sea palabras sueltas de la respuesta).

Obvio que cuanto más sepas, más te vas a poder quedar hablando con gente del lugar o viajeros que no hablen español. Pero con una mínima noción, estás bien.

En París me pareció que te tratan mejor si primero preguntás si hablan español (que no, no lo habla casi ninguno) y recién después preguntás si hablan algo de inglés. Es lo mismo (terminás hablando en inglés), pero me pareció que con otra simpatía de la otra parte.

En Budapest o Praga los carteles son un quilombo, pero no se murió nadie por no entender carteles… Creo… VOS NO TE VAS A MORIR, que es lo importante.

Arrancar el primer viaje a Europa por Madrid o Barcelona puede estar bueno porque te acostumbrás al sistema europeo en general (desde los aeropuertos hasta los «subtes») en un idioma familiar en el que te pueden explicar cosas. Pero nadie se murió por no entrar a Europa por Madrid. Ánimo.

Tecnología

Para mi fue fundamental Google Maps (y su función de guardar sectores del mapa sin conexión) o Maps.me (lo mismo, pero te podés bajar un país entero sin mucho drama). Sumaron bastante también las de Booking y Yelp. Y guardé copias de documentos, pasaportes y pasajes en Dropbox (sin conexión, por las dudas).

Google Translate tiene una función que apuntando con la cámara te puede traducir directamente (en vivo) un cartel, por ejemplo. Yo no la usé, pero si estás muy perdido puede sumar.

Googleando «1 eur to ars» te pasa el valor actualizado del euro en pesos. «1 eur to usd» a dólares, y así. Para que no tengas que bajarte una app (que la hay: XE Currency Converter, o algo así).

La constante del viaje

Si viste Lost lo vas a entender más fácil (sino no importa): A mi me sirvió buscar una constante durante el viaje. Una costumbre, chiquita aunque sea, pero que permanezca igual a pesar de que cambien los paisajes, las personas, los idiomas, el clima o básicamente todo a tu alrededor.

Puede ser una gilada, está permitido.

En mi caso, por ejemplo, yo tenía dos puntuales:

  1. Un ratito de tomar mate en cada ciudad. Parece una boludez, pero es un ratito de tranquilidad, de pensar en lo genial que es lo que estás viviendo, a veces de leer, de reflexionar, qué se yo. Parar un ratito en el medio del viaje a disfrutar ese momento. A mi me sirvió como hilo que iba conectando todas las historias que fui viviendo.
  2. En cada ciudad que llegué, fui a comer algo al Hard Rock local. Lo dicho: una gilada. Pero conozco 11 Hard Rocks nuevos. Casi siempre es lo primero que hacía en la ciudad. Ahí, con internet gratis, planeaba los puntos clave para recorrer, armaba caminos, comía rico, iba al baño, etc. No es el agregado cultural del viaje, está claro. Pero es tu constante.

Algunos llevan un mismo muñeco para todos lados y le sacan una foto en cada lugar. Algunos se sacan foto con algún cartel puntual. Otros se disfrazan de Wally (bueno, raro, pero se entiende la idea). Viene a ser como tu casa lejos de casa.

Consejo final: Llevá mate

Además de que lo vas a extrañar, pasa lo siguiente:

  1. Allá está caro y no es tan fácil comprar uno. Y de golpe te pinta el Atahualpa Yupanqui y querés un mate más que vivir.
  2. Es UNA LOCURA de lindo sentarse al bordecito de los canales de Amsterdam, por ejemplo, y tomarse unos mates al atardecer. Impagable.
  3. Es un GRAN disparador de conversaciones de todo tipo en todos lados. Desde gente que se piensa que es droga hasta… gente que se piensa que es droga pero te pregunta.
  4. Sirve para medir cuándo un extranjero te está mintiendo: Si se lo das amargo y a la primera te dice que le gustó, es un estafador. Si no le gustó pero quiere seguir probando hasta que le guste, lo quiero en mi equipo para siempre.

Dicho todo eso, espero que seas consciente de que estás por vivir algo espectacular, increíble, que te puede gustar, servir y abrir la cabeza muchísimo. Y (sobre todo) que un montón de gente no tiene esa misma suerte. Así que disfrutalo.

Hacé que valga la pena (y las 18 mil cuotas). 🙂