Googleando la palabra «Resiliencia» encontré los siguientes resultados:

  • «La capacidad de los sujetos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas. De afrontar la adversidad saliendo fortalecido y alcanzando un estado de excelencia profesional y personal«.
  • «El convencimiento que tiene un individuo o equipo en superar los obstáculos de manera exitosa sin pensar en la derrota a pesar que los resultados estén en contra«.
  • «La capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves«.
  • «La capacidad de un individuo de reaccionar y recuperarse ante las adversidades, lo que implica un conjunto de cualidades que fomentan un proceso de adaptación exitosa y de transformación, a pesar de los riesgos y de la propia adversidad«.
  • «La capacidad universal, que permite a una persona, grupo o comunidad, minimizar o sobreponerse a los efectos nocivos de la adversidad, la resiliencia puede transformar o fortalecer la vida de las personas».

Y eso fue lo primero que se me vino a la mente cuando vi el video de arriba, que es una publicidad del Comité Paraolímpico de Canadá, llamada «Imparable» (Unstoppable).

Alguna vez leí que lo que nos define no son las cosas que nos pasan, sino el cómo reaccionamos a esas cosas. Cómo respondemos a esos golpes, a esas adversidades, «acontecimientos desestabilizadores», o como quiera uno decirle.

Y me pareció espectacular la idea del spot porque el hombre no quiere esquivar o dejar a un costado esa vida difícil que tuvo, sino que la pasa por el medio. La enfrenta y la atraviesa. Acepta las cosas como son, lo que pudo manejar y lo que no, y decide no frenar, no abandonar, hacerse más fuerte, más grande, y más admirable a partir de eso.

Si el tiempo que gastamos quejandonos, lamentandonos, o apiadándonos de nosotros mismos, lo usaramos para aceptar las cosas cuanto antes, entender cuál es nuestro panorama, nuestros recursos, y empezar a usarlos de la manera lo más inteligente y práctica posible, llegaríamos muchísimo más lejos de lo que estamos llegando.

Algunas veces vamos a caer al barro, pero cuanto más tiempo pasemos regodeándonos en ese barro, cuanto más pasemos desparramandolo por nuestras cabezas, menos tiempo vamos a tener limpios y fuera del pozo…

Está bien llorar si algo te puso triste, y está bien hacer un duelo por las cosas que perdimos. De nuevo: El problema no es caer y embarrarse, el problema es inconscientemente empezar a ponerse cómodo y quedarse a vivir en el barro.

Caé, sufrí, llorá, y pataleá en el barro si es necesario. Pero mejor te vas a poner y más lejos vas a llegar cuanto antes actives y empieces a probar un poco de esa tal «resiliencia». 🙂

Resiliencia